EUROPA
PRESS
6 marzo
2018
Claves
para cuidar una cicatriz
La cicatrización de la piel es un
proceso complejo e intrínseco a cada persona, condicionado por el tipo de piel,
la edad, la zona del cuerpo y por la genética. Por ello, no podemos
estandarizar el tiempo de cicatrización ni el resultado de la misma para todas
las personas y hay personas a las que les lleva más tiempo que les desaparezca
una cicatriz que a otras.
"Habitualmente una herida superficial que sólo daña la
epidermis, no deja rastro. Aquellos traumatismos más profundos, que alcanzan la
capa más profunda de la epidermis, o que llegan a la dermis, dejarán una marca
más o menos intensa en función de la capa que se llegue a dañar y del tamaño de
la herida", indica en una entrevista con Infosalus
la dermatóloga y directora técnica de Clínicas Ceta, la doctora Cristina de
Hoyos.
Según precisa, la piel tarda un año en recuperarse por
completo de cualquier traumatismo, ya sea una herida por abrasión, un roce, o
una incisión, por ejemplo. "Por tanto, debemos considerar que hasta que no
pase ese tiempo, siempre hay posibilidad de que la cicatriz pueda mejorar,
llegar a desaparecer, o mejor dicho, volverse imperceptible", subraya.
Para favorecer su desaparición, De Hoyos destaca que una
piel hidratada conserva sus características de elasticidad y se recupera mejor.
"Por tanto, aplicar emolientes adecuados en la zona dañada ayudará a
renovar la piel, y a conseguir que la cicatriz sea poco visible. Hoy en día
podemos aplicar varias veces al día geles de silicona
o parches que contienen ácido hialurónico, aceite de rosa mosqueta, entre otras
sustancias hidratantes con conocido efecto cicatrizante", agrega.
Además, cree "muy importante" no exponer al sol la
zona, ya que los rayos UV pueden favorecer la hiperpigmentación
de la cicatriz. "Por tanto, podemos resumir los cuidados diarios en
fotoprotección intensa e hidratación", resalta la dermatóloga.
¿Qué pasa con las
cicatrices de una operación?
En el caso concreto de las cicatrices de una operación, la directora
técnica de Clínicas Ceta subraya que son "heridas profundas que afectan a
todo el espesor cutáneo" y, por tanto, su proceso de cicatrización es
"aún más complejo y prolongado", y además requiere de unos cuidados
"más específicos", sobre todo en sus fases iniciales, para evitar la
infección de la misma.
"Desde el primer día tras la intervención, y hasta la
retirada de los puntos de sutura o de las grapas, y más allá siempre de que
siga existiendo costra en la zona, debemos lavar con agua y jabón suave una o
dos veces al día la herida, realizando masajes circulares sobre ella, y
aclarando a continuación. Después, hay que secar muy bien la zona, y aplicar povidona yodada como antiséptico", indica la
especialista.
A juicio de la dermatóloga, lo ideal es mantener la herida
quirúrgica al aire, siempre que las condiciones externas lo permitan (no roce,
no contacto con polvo o suciedad). Una vez retirados los puntos de sutura o las
grapas, y cuando la costra ya haya desaparecido, lo más adecuado, en su opinión,
por su gran eficacia en disimular las cicatrices, es usar parches que lleven
ácido hialurónico, ya que suelen cubrir las dos necesidades básicas del proceso
de cicatrización: fotoprotección, ya que al llevarlo tapado, no hay posibilidad
de exposición solar; e hidratación, debido a la liberación paulatina de ácido
hialurónico.
"Es muy complicado conseguir una desaparición completa
de una cicatriz de origen quirúrgico, pero podemos llegar a obtener buenos
resultados con cicatrices mínimamente visibles, si seguimos las recomendaciones
indicadas. No obstante, la localización, el tipo de sutura y la predisposición
personal de cada individuo son factores que pueden influir en el resultado
final de la cicatriz", subraya De Hoyos.
El uso del láser y
otras técnicas
Una vez que ya no existe costra y la cicatriz está en fase eritematosa, el uso de láser específicos que favorecen la
producción de colágeno puede ayudar a lograr un mejor resultado, señala la
directora técnica de Clínicas Ceta. Además, sostiene que en algunos casos la
inyección local de Plasma rico en plaquetas o 'PRP', gracias a su alto
contenido en factores procicatrización, también
pueden contribuir a una cicatrización más rápida y de mejor calidad.
Asimismo, recuerda que el masaje sobre una cicatriz, con
productos específicos, puede ayudar a romper las fibras elásticas que puedan ir
formándose en la zona, y a mejorar el proceso y el resultado final. "Pero
debemos consultar previamente al especialista si en nuestro caso está indicado
el masaje local, y en qué momento", advierte.
"Pasado el primer mes, si la cicatriz adquiere un
aspecto muy rojo o violáceo, o asocia intenso picor en la zona, debemos acudir
al dermatólogo, quien nos indicará el tratamiento más adecuado para la
cicatriz, y valorará si el proceso de cicatrización está siendo normal o se ha
alterado", sentencia la doctora De Hoyos.